El Convenio Europeo de Derechos Humanos, firmado en Roma el 4 de noviembre de 1950, fue el primer instrumento en concretar y otorgar fuerza vinculante a los derechos enunciados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Establece derechos absolutos que los Estados no pueden vulnerar, como el derecho a la vida o la prohibición de la tortura, y protege ciertos derechos y libertades que solo pueden restringirse a través de la ley y cuando las medidas resulten necesarias en una sociedad democrática, como por ejemplo el derecho a la libertad y la seguridad o el derecho al respeto de la vida privada y familiar.
Se han añadido varios derechos al texto inicial mediante la adopción de protocolos adicionales, relativos, entre otros, a la abolición de la pena de muerte, la protección de la propiedad, el derecho a unas elecciones libres o la libertad de circulación.
El Convenio Europeo de Derechos Humanos
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos
La jurisprudencia
El impacto del Convenio
El Convenio, un instrumento moderno
Las reformas del sistema del Convenio
Anexo 1: El Convenio en breve
Anexo 2: Estados firmantes del Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales
Anexo 3: Fechas clave
Anexo 4: Los Protocolos al Convenio
Anexo 5: Tabla de firmas y ratificaciones del Convenio Europeo de Derechos Humanos (Tratado no 005)